miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Y allá cómo es?: Caracas

Desde la asunción de Hugo Chávez como presidente de Venezuela, el país vive una etapa de transición, de cambios. El “Gobierno Bolivariano” genera controversia. Divide. Lo defienden hasta la muerte o festejan el cáncer que tuvo hace meses. Y en esas modificaciones estructurales que realiza, el subte de Caracas es una de ellas: inauguró dos líneas más.

Pero el subte es más viejo que el gobierno de Chávez. El 2 de enero de 1983, se deslizó por primera vez por los rieles de la capital venezolana. En aquel entonces, una línea, ocho estaciones, 6.7 km. Hoy, cuatro. La empresa “Metro de Caracas S.A”, se declara como “la empresa socialista ejemplar del país”.

Sin embargo, como todo lo que hace el “Gobierno Bolivariano”, el metro también divide. Están quienes lo defienden, quienes agradecen. Quienes se enorgullecen de tener en su ciudad la vía de transporte más rápida y moderna: “Soy caraqueño y me gusta el servicio. Hay fallas, claro. Pero no es para criticar tanto al gobierno: ¡a que nadie dice q el gobierno busca solucion todo los 365 dias del año! Yo disfruto del metro nuevo gracias a mi presidente y su gobierno”, escribió Enyer Carabajal en el facebook del metro.

En el muro también hay de los otros: los que se quejan, los que acusan al gobierno de tarifas caras, de servicio pésimo: retrasos, malas condiciones de viaje. Ismael Flores es une ejemplo: “No se preocupen por el problema del metro: si esperaron 12 años para que Chávez viera o entendiera que había que construir casas, esperen 12 años más para que entienda el caos total que significa el metro de Caracas. Tengan fe.”, comentó.

Es que el servicio colapsa. En hora pico, se hace imposible. Y si bien los vagones son modernos, las estaciones están sucias. Muy sucias. No las cuidan. El gran crecimiento demográfico de la capital Venezolana se ve reflejado en los números: 1.300.000 de pasajeros utilizan el servicio estatal diariamente. Son pocas líneas para tanta gente.

Las imágenes reflejan caos. Las declaraciones, también. Pero a diferencia de otros lugares, es un servicio público. Con 2.50 pesos argentinos vas y volvés. Encima te da la posibilidad de conectar con ómnibus que también son estatales. Acá pierde el estado. Pierden todos. No hay una empresa que se llene los bolsillos, un empresario que nunca se subió a un vagón. Será cuestión de tiempo. Que Venezuela se acomode, que se realicen las inversiones necesarias y así, quizás, el Metro de Caracas sea un real ejemplo de empresa socialista mundial.

1 comentario:

  1. Correcciones:
    Siempre arrancá con una foto. Y tratá de poner varias en el post, para ejemplificar lo que contás. Si está sucia la estación hay que mostarlo.
    "Acá pierde el estado. Pierden todos", ¿comentario antiestatista propio o un descuido?
    Releer siempre, hay varios errores.
    Falta el video que pedimos para la sección. Pensalo como herramienta, debe haber video de todos los subtes del mundo en la red.

    Bien en general.

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